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En la mitología griega las sirenas eran criaturas marinas peligrosas cuyos cánticos provocaban que los marineros naufragaran chocándose contra las rocas de las islas. En el mundo del porno estos seres se reinventan como ganchos sexuales cuya espectacular belleza es capaz de hacer enloquecer las mentes masculinas. El caso de la venezolana María Antonella «La Sirena» sería una de estos especímenes, recordemos que la pornostar se estrenó por la retaguardia de forma inesperada enamorando perdidamente a su partenaire Adriano. Ahora la starlet de sexualidad tropicales sigue dándolo todo por el sitio de sentarse en el estudio PervCity donde su compatriota Ramón Nomar también caerá rendido a sus encantos femeninos: un culo que cuando se pone en movimiento produce un terremoto de magnitud 10 en la escala sismológica de Richter.


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