Si sois asiduos al porno con sufrimiento (en Kink son especialistas en este arte fetichista) sabréis que la pornostar Dee Williams es toda una asidua a los prolapsos, dobles y triples penetraciones, fisting y demás prácticas extremas corporales. Se trata de una madurita con mil palos dados en el negocio audiovisual del sexo filmado que folla con una fiereza inusitada cuando le toca subir al porno generalista. Algo normal sabiendo que ha estado cautiva a la sombra y alejada del sexo mundano al trabajar casi exclusivamente en las mazmorras de Kink. Lleva en la industria la friolera de 15 años ininterrumpidos y ahora que supera la cuarentena ha empezado a ampliar su historial explotando su faceta más dominatrix de la mano de estudios mainstream. Su experiencia es un grado, especialmente cuando se enfrenta a lolitos que no le duran ni dos asaltos.
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