Que el cosplay erótico se ha convertido en una parte muy suculenta del mercado sexual del porno es algo sabido por todos, especialmente por camgirls especialistas en este arte donde los disfraces representativos lo son todo. Indigo White y My Cherry Crush son dos alumnas aventajadas que ya han acaparado buena parte de vírgenes que prefieren pagarles a ellas y usar su mano antes que irse a pagar por los servicios de una prostituta. Otra que está en el ajo del cosplay es Purple Bitch (antiguamente conocida como Lure Lady), una performer de webcam emprendedora y creadora de sus propios vídeos con más de 50 millones de reproducciones en su canal de PornHub.
Su talento y desparpajo sexual están fuera de toda duda llegando a recrear personajes de ficción a un nivel altísimo, su sensualidad desbordante atraviesa la pantalla y sus capacidades anales pueden hasta con los fistings. Actualmente es una de las reinas del cosplay con tan solo 25 primaveras que tiene medio mundo a sus pies por razones obvias.
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